INTRODUCCIÓN
De
la teoría geocéntrica a la teoría heliocéntrica, de la antropometría a la
biometría y del emisario real al tweeter, la evolución científica no se detiene
y las ciencias forenses no deben quedarse atrás. La incertidumbre da lugar a la
investigación y es esta la que constituye el motor que empuja dicho avance. La determinación
de la data de la muerte en casos donde el estado de descomposición del cadáver
es avanzado como así también la determinación de sitios donde pudieron haber
estado enterrados dichos cuerpos hace necesaria la búsqueda de nuevas
metodologías, siendo la micología forense una posible herramienta para subsanar
dicho escollo ya que la
biota fúngica presente en un cuerpo en descomposición y en fosas cadavéricas,
es una herramienta útil para estimar intervalos post-mortem (de mediano a largo
plazo) y post-entierro respectivamente.
Existen tres
caminos principales, disponibles para coadyuvar en la solución de un hecho
delictivo: la confesión del sujeto, las manifestaciones de una víctima o
testigos, y la información obtenida a través de la evidencia física. Las
mencionadas manifestaciones pueden ser no dignas de confianza, por el
contrario, la evidencia física provee realidades objetivas o respuestas
imparciales.
Se puede hacer una división en tres categorías que se
utilizan en forma concurrente:
a)
Evidencia cadavérica. Basada en los cambios que presenta el cuerpo tanto
en el período inmediato como mediato del intervalo posmortal, antes de la
aparición de las manifestaciones de la putrefacción o después de estas.
b)
Evidencia ambiental. Relacionada con las
características del ambiente donde fue encontrado el cuerpo, temperatura,
humedad, ropas que vestía, luz solar directa, aireación, fuente de calor
cercana al cadáver.
c)
Evidencia anamnésica. Datos obtenidos mediante el interrogatorio
referente a los hábitos del occiso, sus actividades diarias, trabajo y
horarios.
Muchos cambios físico-químicos
comienzan inmediatamente después de la muerte y progresan en una forma bastante
ordenada hasta la desintegración del cadáver. Cada uno de estos cambios se
encuentra influido por factores endógenos y exógenos o ambientales, cuanto
mayor es el tiempo transcurrido desde la muerte, menos preciso será el cálculo, con las
actuales herramientas....
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